Tu imagen corporativa puede hacer tu proyecto visible, posicionarte y darle vida, pero… ¿Cuándo es el momento ideal para revisarla?
Si te encuentras en alguna de estas 10 situaciones sabrás sin dudarlo que es el momento de realizar un cambio de imagen.
Cuando se crea un proyecto empresarial es muy común tener en cuenta el nombre del mismo, su explicación, su actividad, su significado, etc. Pero normalmente, ninguna de estas valoraciones iniciales perdura en el tiempo eternamente.
¿Por qué? Porque cambian las situaciones, los mercados, los clientes… y parte de esas valoraciones iniciales toman un significado temporal que puede hacerte quedar obsoleto en menos de lo que te imaginas.
Si te paras a pensar, no se lleva la misma ropa que hace 10 años, no tienes el mismo corte de pelo que entonces ni tampoco utilizas las mismas palabras. ¿Hemos cambiado verdad?
¡Un momento! Llegados a este punto, tenemos que aclararte algo:
Imagen corporativa ≠ logotipo
Crear una imagen corporativa no es lo mismo crear un emblema significativo para un proyecto, supone algo más que un “dibujito”.
Es crear una percepción, un significado, un efecto, etc. por el cual un usuario interpreta toda una filosofía de marca, de negocio, de aptitud… Es conseguir crear conscientemente una imagen determinada y global en el consumidor.
Construir un proyecto, enamorar con él y además “existir” son partes de la creación de una marca, y trabajar día a día por ser una “opción” es parte de la Imagen corporativa. Por ello, se pueden dar situación en las que todo cambia, por iniciativa propia o ajena.
Los proyectos empresariales nacen, evolucionan, se transforman… y en determinadas ocasiones es muy necesario entender que la imagen gráfica que lo acompaña y la identidad que lo envuelve deben evolucionar al mismo tiempo.
Incluso tú que estás leyendo estas líneas has cambiado de imagen, de forma de pensar, de actuar, de moverte por el mundo… ¿no has sentido esa sensación de que tu imagen necesita un cambio? Tu identidad ha cambiado. Entonces, ¿por qué tu imagen corporativa no ha cambiado? ¿Tu proyecto sigue exactamente como al principio? ¿Exactamente?
Párate a pensar, seguramente sea el momento de leer estas 10 situaciones que te exponemos a continuación, y si te ves claramente en alguna de ellas, no lo dudes: es el momento de renovarte.
1. Te has pasado de moda (ya no molas)
Tu imagen era moderna hace tiempo, cuando la creaste, pero ahora no te sientes a la altura de competidores y crees que no transmite lo que necesitas.
2. Quieres transmitir un nuevo mensaje (esto ya no significa lo mismo, necesito un cambio)
Renovar la identidad significa directamente renovar el mensaje y la percepción en los usuarios. Muchas veces un cambio de tipografía, de composición, de disposición, de paleta de colores puede ayudar a transmitir esa idea de negocio de una manera mucho más concreta y adecuada.
3. Has evolucionado (ya no eres lo que eras)
Los proyectos empresariales pueden evolucionar de una manera diferente a la que inicialmente habías pensado, y esa transformación es igualmente necesaria en tu imagen corporativa, ambas debe ir de la mano.
4. Has cambiado (no eres tú, soy yo…)
Lo que un principio pensabas que sería tu gallina de los huevos de oro, resulta que no lo ha sido. Pero has sabido reconducir la situación y tu planteamiento es totalmente diferente.
5. Has descubierto un nuevo mundo (=mercado)
Queriendo o sin querer, has descubierto un nicho de mercado. Ése es tu sitio, esos son tus clientes… y ellos deberían percibir por tu imagen que tú eres la solución.
6. Te has estabilizado (por ahora…)
Después de un largo recorrido tu actividad se ha estabilizado, sabes lo que quieres, cómo conseguirlo y lo que tú ofreces es lo que tus clientes necesitan. ¡Refléjalo en tu imagen corporativa!
7. Quieres impactar (¡sorpresa!)
Tu estrategia es que te miren, sorprender y descolocar a la competencia con un proyecto capaz de evolucionar y adaptarse rápidamente al mercado y sus tendencias.
8. Has cambiado de estrategia (sigues queriendo lo mismo, pero vas a conseguirlo de otra manera)
A veces puede ocurrir que tengas muy claro el camino a recorrer para conseguir tus objetivos, pero te es difícil llegar al usuario y que este comparta ese mismo significado que tú tienes de tu proyecto.
9. Te has cambiado el nombre (no pretenderás seguir con la misma imagen, ¿no?)
Sobran razones: por significado, por impacto, por actividad, por actualidad… ¡es imprescindible!
10. Tienes un mal diseño (del famoso hijo del vecino, amigo-d o… ¡lo he hecho con el Word!)
En este punto solo te voy a hacer una pregunta: ¿crees que tus usuarios te ven como tú quieres que te vean? Si dudas, tienes la respuesta. A veces es necesario ponerte en manos de un profesional, está en juego tu prestigio, tu significado, tu IMAGEN.
Si te has identificado con alguna de estas situaciones, es que necesitas un cambio.
Piensa en tus objetivos, en tu valor añadido, en tu filosofía de empresa, en tu forma de hacer las cosas, en tu forma de trabajar…
Si tu imagen corporativa no refleja todo esto a ojos de tus usuarios/clientes, entonces necesitas renovarte.
Si por el contrario, tu imagen corporativa es una extensión de tu proyecto: ¡estás de enhorabuena!
Gracias por leernos, ¡hasta el próximo jueves!
Olaya
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